Soy una persona desde hace casi 30 años. Soy peronista desde hace 15 años. Soy periodista desde hace unos 8 años. Soy un pelotudo desde hace 75 días. Bueno, quizás desde antes. Pero lo confirmé en este tiempo porque solamente un pelotudo trabaja sin que le paguen. En 60 días, escribí y describí sin cobrar un peso. Trabajé mucho más en los últimos 15 días: en organización de eventos, como custodio de la redacción, como barman, como recaudador, como músico. Me rompí la mano por impericia a la hora de pegarle a un bombo con un palo. Bailé bajo la lluvia en la puerta del diario. Marché junto a Hebe de Bonafini en la Plaza de Mayo. Dormí en el piso. Pedí plata a mis amigos. Disfruté mucho de todo ese desgaste. Nada de eso debió pasar. Debería escribir y describir. Para eso está un periodista. Pero ya no soy un periodista. Soy un pelotudo. Pero no soy un garca. No necesito custodia. No dejé a nadie en la calle. No arruiné vidas. Nadie me quiere matar, todavía. Sólo soy un pelotudo que quiere volver a ser útil, a escribir, a describir, a tener la dignidad de un trabajo remunerado, a ser periodista.

Excelente! Hay veces en la vida que las cosas no salen como uno las espera, hay es cuando las personas tienen dos caminos: o resignarse y lamentarse diariamente por lo sucedido; o tomarlo como una experiencia enriquecedora y aprender de los inforturios. No se si Tiempo podrá salir a delante, pero de lo que estoy seguro es que vos sos de loa que toman el segundo camino. Hasta la victoria siempre!
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