Un 59% de la población votó «No» a una ley pedida por el xenófobo Partido Popular de Suiza.
A contramano de las políticas de cierre de fronteras que vienen planteando la mayoría de los países europeos en los últimos tiempos, los suizos rechazaron una propuesta para expulsar de manera automática a los extranjeros que hayan cometido un delito. A través de un referéndum, el 59% de los votantes se opuso al proyecto que había presentado el derechista y xenófobo Partido Popular Suizo, que planteaba la deportación en casos de delitos graves, como homicidios, pero también ante faltas menores, como amenazar a un policía o dar falso testimonio.
Pese a que las encuestas previas auguraban un triunfo de la propuesta conservadora, finalmente la campaña realizada por una amplia coalición de partidos políticos surtió efecto en la población. Los dirigentes de esas formaciones argumentaron que una medida como la propuesta por el Partido Popular era “inhumana” y crearía un sistema judicial de dos niveles que amenazaría a los casi 2 millones de extranjeros -una cuarta parte de la población- residentes en Suiza. Recordaron, además, que chocaba con la declaración europea de Derechos Humanos y complicaría aún más la negociación con la Unión Europea (UE) para regular la inmigración.
La iniciativa de la derecha se basaba en una legislación ya existente en el país, donde la deportación por abusos sexuales o asesinatos fue aprobada en 2010. La intención, ahora, era extender esa normativa para expulsar a los extranjeros que acumularan dos faltas leves, aún cuando hubiesen residido en Suiza durante toda su vida. Además, la deportación sería automática, sin la intervención de la Justicia. De ese modo, un inmigrante que hubiese sido condenado por una pelea callejera y tuviese antecedentes por una multa de tráfico, podría ser echado inmediatamente del país.
El Partido Popular tiene mayoría en el Parlamento y en la campaña llenó las calles con carteles donde se veía a un grupo de ovejas blancas que, sobre una bandera suiza, echaban a patadas a una oveja negra. Esa oveja negra serían los «delincuentes extranjeros» que, según sus dirigentes, «abusan del sistema, haraganean y trafican con drogas» en Suiza.