Por Diego Gez
Snarky Puppy, una de las bandas referentes del género, actuará el 9 de marzo en el Luna Park donde presentará su último disco Family Dinner Vol.2. Más de una década de música y exploración sonora.
Si dentro del ámbito de la música las etiquetas y las frases remanidas dominan el mundo de las apariencias, entonces habrá que preguntarle a un combo de 13 músicos –a veces suelen ser 16 sobre un escenario– lo que significa haber recibido un container de descripciones a la hora de hablar de lo que hacen. En los más de diez años que Snarky Puppy lleva como grupo, de ellos se dijo de todo, inclusive los siempre repetidos “la mejor banda nueva”, “el secreto de pocos”, o “la nueva cara del jazz”. En síntesis: SP se mueve entre las cadencias de vieja escuela de jazz de una manera heterogénea (sus diez álbumes editados bien dan cuenta de esa búsqueda), sin abismos entre lo que fue y lo que ellos le introducen a un género al que no intentan faltarle el respeto. En Buenos Aires, el apego por esas líneas pudo apreciarse en noviembre último, cuando reventaron Niceto Club dejando fans en la vereda. Ahora, la apuesta irá por más con el show que darán el 9 de marzo a las 20 hs. en el Luna Park, que servirá de revancha para los muchos que no pudieron palpar en vivo la particularísima apropiación del jazz de los Snarky. Desde el invierno de los Estados Unidos el que levanta el teléfono para hablar con Tiempo es Michael League, bajista histórico del grupo. “Es bueno hablar con alguien que vive térmicamente en otro estado que el mío. Estoy en Washington DC, el invierno nos hace estar todo lo que podamos en nuestra casa, así que saber que cuando lleguemos a la Argentina habrá unos 30 grados es algo que ya me pone de buen humor”, dice Michael entre risas varias.
–Casi cuando 2015 era pasado, Snarky Puppy visitó Buenos Aires con un sold out que dejó a muchos afuera. ¿Qué recordás del show?
–Todos sentimos que fue una oportunidad única, así que fue increíble para nosotros, y no sólo porque era nuestra primera vez. Tuvimos un recibimiento y una comunicación que nunca habíamos tenido y sinceramente no esperábamos nada de lo que sucedió; de ahí nuestra sorpresa. La energía que nos brindó el público fue algo que jamás habíamos sentido. Si tengo que resumir lo que nos sucedió con el público argentino es que fue algo…(piensa) increíble, grandioso, pero eso ya es pasado. Queremos volver a repetir pronto.
–El presente de la banda llega con un nuevo disco.
–Así es. En noviembre pasado despedimos en Buenos Aires nuestro disco, Family Dinner-Vol 1. Ahora llegaremos con el volumen 2, que desde febrero puede escucharse en todo el mundo. De todas maneras, ya estamos trabajando en un próximo disco que saldrá en junio con nuevas canciones. Algo de ese material nuevo vamos a estar tocando en el Luna Park y a la vez adelantaremos cosas de lo que vendrá, sin olvidarnos de las canciones que todos quieren escuchar. Este año será uno de esos con varios lanzamientos de parte de Snarky Puppy.
–En tiempos donde pocos editan material nuevo de manera seguida, lo de ustedes es llamativo. ¿Qué podés adelantarnos sobre lo que se viene?
–No puedo adelantar nada, salvo que son 13 composiciones. De todas maneras, creo que siempre estamos buscando nuevas direcciones a las cuales llegar con nuestra música. No puedo precisar demasiado porque no sabría cómo hacerlo, pero puedo decirte que son canciones fuertes, con carácter. En el transcurso de la construcción del disco estuvimos trabajando todos nosotros, así que se escucharon muchas voces para llegar al producto final. Lo que sí puedo decirte es que pudimos tocar algunas canciones en un par de shows y la respuesta del público fue genial. Es un poco raro cuando tocás canciones nuevas porque la recepción del público puede ser disímil porque no se siente familiarizado con la novedad, pero tenemos fans que conocen todo el material y que a la vez buscan nuevas cosas. Lógicamente, nosotros queremos dárselas.
–En un sentido estricto, lo de Snarky Puppy no representa la propuesta de una banda de jazz tradicional. ¿Cómo observás, en particular, la situación del género en estos días?
–Creo que el jazz está cambiando constantemente, al menos desde unos diez años a esta parte. Cuando hace poco más de una década comenzamos con la banda fue porque sentíamos que estaba todo medio atascado, o casi en el mismo lugar. En todas las décadas la gente hizo jazz, en los ’60 fue fuerte, en los ’70 el jazz se modernizó bastante pero, en algún momento todo se detuvo. En la actualidad, o más bien, desde unos años atrás a esta parte, considero que varios artistas de jazz están abriendo el género hacia otros valores o instrumentaciones musicales, lo que termina haciendo todo mucho más valioso. Que en el jazz pueda haber hip hop, R&B, soul o world music, hace llegar al género hacia una audiencia, en términos demográficos, mucho más grande que antes. Eso es muy valioso.