Crónica de un sueño cumplido. 25 mil personas participaron del Súper Festival organizado por el G23 para denunciar y combatir el vaciamiento que pretenden sus dueños.
El domingo 31 de enero quedará marcado a fuego en la memoria de miles: fue el día de un festival que hizo de la resistencia su marca indeleble. La consigna era tan clara como precisa: manifestarse en contra del vaciamiento del Grupo 23 (perpetuado por los empresarios Sergio Szpolski, Matías Garfunkel y Mariano Martínez Rojas) pero también disfrutar de una grilla de artistas que apoyó la causa con sus propuestas. Así lo entendieron bandas, poetas, performers y solistas como Bersuit Vergarabat, Las manos de Filippi, Acorazado Potemkin, Liliana Herrero, Chango Spasiuk, Ariel Prat, Flopa, Támesis, Ignacio Montoya Carlotto, 34 puñaladas, Fernando Noy, Patricia Malanca y Koufequín, quienes tomaron un escenario en pleno corazón del Parque Centenario compartiendo su arte desde las 14 y hasta pasadas las 22 hs., ante más de 25 mil personas.
Había que verlo a Fernando Noy, enfrentando el calor con un paquete de poesías que interpelaba la conciencia de varios, los mismos que desde temprano iban tomando posiciones en el parque; algunos frente al escenario, otros cubriéndose del sol bajo los árboles.
«No saben lo difícil que es cantar en situaciones como ésta», dijo Liliana Herrero ni bien subió al escenario del parque. A ella se le notó el compromiso desde la vestimenta: una bandera que atacaba (y condenaba) al vaciamiento de Grupo 23 la cubría de pies a cabeza. “Garzas Viajeras” (de Aníbal Sampayo) picó alto en los oídos de los que se amuchaban frente a ella, mientras que “Tu nombre y el mío” de Lisandro Aristimuño la acercó a los más jóvenes que, para esta altura, se mezclaban con cientos de familias que acampaban en el lugar. «Alguno me critica que hago política, pero no se puede cantar a la memoria cultural de un país sin hacer política», cerró Herrero desatando una genuina ovación.
La tarde y la noche también sería de los oradores. Taty Almeida salió a enfrentar a la multitud a pura arenga contra el vaciamiento. “No pasarán”, gritaban desde abajo, mientras ella se volvía más y más grande en su discursó. Al terminar, una ovación la despidió del escenario como una estrella de rock. Más tarde, Víctor Hugo Morales también despertaría un mar de pulgares en alto por su encendida alocución (ver recuadro).
Y si en la diferencia está el gustó, lo del Chango Spasiuk llegó en ese sentido con “Kilometro 11”, logrando que varios se animaran a lanzar al viento un sapucay; Ariel Prat metió de lleno sus ritmos candomberos para calentar más el ambiente, algo que en todo sentido quedó comprobado con Las Manos de Filippi quienes levantaron a los varios miles que se agitaban como lava volcánica al ritmo enfurecido de “Señor Cobranza”. Al irse ellos, la posta fue tomada por los Acorazado Potemkin, justo cuando la noche comenzaba a desafiar al día. Vibra y pulso rocker es la marca de un trío que suena como si fuese el doble de músicos. Repasando temas de sus dos primeros álbumes, el mini set de Potemkin le cedió espacio a Bersuit y a sus clásicos. A esta altura, temas como “El tiempo no para”, “La argentinidad al palo”, o “Se viene” parecían himnos de resistencia escritos para un festival que culminó con múltiples adhesiones de aquí, allá y de todas partes. Música, resistencia y una jornada inolvidable para la lucha colectiva del gremio.
Las palabras de Víctor Hugo y Taty Almeida
En el Parque Centenario hubo mucho más que doce bandas y solistas. También pasaron por el predio varios referentes del periodismo y la política quienes se acercaron a brindar su solidaridad a los trabajadores del Grupo Veintitrés.
“He sido y soy lector de Tiempo Argentino y les puedo asegurar que estos muchachos hacen un diario excepcional”, elogió el periodista Víctor Hugo Morales, columnista de Tiempo antes de enviar un mensaje a los supuestos titulares del Grupo: “Justicia, trabajo y solidaridad es todo lo que pedimos. A los que son los empresarios dueños del grupo les digo que hay que ser más serios y más derechos con la gente”.