Con los precios disparados, el Frente Nacional de Inquilinos presentó un proyecto de ley para reglamentar el sector. «No hay un Estado ausente, al contrario, es un Estado muy presente que le deja al mercado fijar con total impunidad las reglas de juego y poner precios a su gusto”, sostienen en el FNI.
Setenta y ocho días sin cobrar. Casi tres sueldos y medio aguinaldo. Entre mates y facturas, suena Spinetta de fondo: “Todas las mañanas, me parecen solo una…”. Las charlas van desde las bicicleteadas de los supuestos dueños, de los supuestos ex y del ministerio de Trabajo, hasta la marcha de hoy a las 14 en la sede de Alem, el anuncio de Macri sobre el impuesto a las ganancias (ahora sólo nos resta tener ganancias…); y los precios que se disparan, cual Garfunkel a Miami. “Y encima tengo que pagar el alquiler”, se lamenta un compañero. No es el único. Somos varios inquilinos en la redacción, la mayoría. Y debemos sufrir aumentos en muchos casos cercanos al 70%. Entonces, en otra mañana de treinta y tantos grados de temperatura, llegan Gervasio Muñoz y César Gatica, miembros del Frente Nacional de Inquilinos (FNI), que no sólo se acercan a Amenábar 23 a solidarizarse, sino que también aprovechan a contarnos sobre el proyecto de ley que presentaron ayer que busca regular el alquiler de viviendas en todo el país. Una problemática compartida por los lectores y quienes llevamos adelante Tiempo de los Trabajadores y que, a diferencia de Europa y países como Brasil y Uruguay, aquí carece de regulación.
El FNI está integrado por ocho organizaciones de todo el país, donde se calcula viven 5 millones de inquilinos. Gervasio forma parte de Inquilinos Agrupados, con sede en la Ciudad de Buenos Aires, donde tres de cada diez personas alquilan. Es el número más alto de toda Argentina y el que más rápido crece. En 2001 eran el 22%. En la Ciudad, que tiene 300 mil casas vacías, aún esperan su tratamiento los proyectos para aumentar impuestos a viviendas ociosas y la creación de una Defensoría para los Inquilinos.
Desde Inquilinos Agrupados sostienen que los aumentos de alquileres, a diferencia del 40% publicado por Clarín, llegan a ser superiores al 70%, con ajustes semestrales del 20%, algo que está prohibido. En distritos como Neuquén, con sueldos de la renta petrolera, se dispararon al 100%. “Hay diferencias enormes entre quienes firmaron antes de noviembre, cuando se anunció el fin del cepo, y luego de ese mes. El nivel de especulación es terrible, y la mayor crisis la vamos a vivir a fines de 2017 cuando venzan los contratos de dos años”, dice Muñoz. Y completa: “Aquí el mercado es el que regula. No hay un Estado ausente, al contrario, es un Estado muy presente que le deja al mercado fijar con total impunidad las reglas de juego y poner precios a su gusto”.
El proyecto que anunciaron ayer tiene como ejes hacer “empezar a resolver la relación inquilino-inmobiliaria”. Un punto es que el plazo de negociación para renovar el contrato arranque 60 días antes de su finalización, y se multe con tres meses de pago en caso de que la inmobiliaria incumpla el precio acordado. También proponen que los valores sean acordes a los números oficiales de inflación del INDEC (cuando empiece a funcionar) y que el contrato sea siempre “de orden público”, porque las inmobiliarias suelen exigirle al inquilino, al momento de firmar el contrato, que renuncie a derechos del Código Civil. Por ejemplo: que el dueño se encargue de los arreglos de su propiedad.
No es el único incumplimiento de las inmobiliarias: suelen pedir dos meses y medio de comisión, cuando debe ser uno. Solicitan garantía de un familiar y recibos, “cuando eso no está estipulado en ninguna ley eso, con presentar tu auto como garantía debería bastar. En Uruguay el Estado sale como garante”, explica Muñoz.
Incluso se cobra IVA, a pesar de que las inmobiliarias están exentas de ese impuesto. El Frente propone también que el depósito sea devuelto en el preciso momento en que se entrega la llave.
La regulación no va a ser una tarea sencilla. El sector inmobiliario mueve 3 millones de pesos por día “en negro”, por las comisiones. No hay una sola provincia que tenga ley regulatoria de los alquileres. La Pampa quiere ser la primera, gracias al proyecto que ya tiene presentada la Organización de Inquilinos La Pampa, presidida por César, donde se destaca la creación de un Organismo Provincial que regule los alquileres y tenga registro de inmobiliarias, propietarios e inquilinos.
“Argentina es el único país del mundo donde hasta el 70% del sueldo se destina a pagar el alquiler”. César y Gervasio finalizan la charla y se suman a una foto con quienes transcurren su tiempo en la redacción. El mate se enfrió, y desde los parlantes de una computadora cansada se escuchan las últimas gotas de la canción: “habrá que seguir y seguir y seguir y seguir pidiendo por siempre un asilo en tu corazón”.