Trabajadores de telefonía, que llevan adelante una serie de reclamos por mejoras salariales y encuadre justo para los empleados de diferentes áreas, dieron su apoyo al reclamo en Tiempo durante una asamblea en la redacción.
“Es un hábito esto de pasar por luchas”. Flavio Pereyra es delegado del Edificio República de Telefónica. “Es una tradición nuestra en el gremio”, refuerza este trabajador que, enmarcado en un conflicto gremial en su rama, se acercó para participar de la Asamblea de Tiempo. “Es el trabajo de un delegado también y participar de una asamblea es la parte más linda, porque escuchás cómo se discute, cómo se enfrentan los problemas y cómo se los superan”, expresó contento.
Lo acompaña Belén Díaz, delegada del Edificio Personal de Florida, otra trabajadora telefónica que cuenta el problema de ese gremio: “Hace tres semanas que estamos de asamblea en asamblea porque la empresa, básicamente, nos paga lo que quiere”. Fueron medidas progresivas que tuvo su pico máximo con una asamblea de cinco horas con el edificio cerrado en reclamo al bono paliativo de $4200, que finalmente fue percibido cuando el sindicato convocó a un paro.
Estos trabajadores atienden reclamos de los clientes de telefonía móvil en turnos de nueve horas. “Estamos en una lucha muy intensa para conseguir trabajar siete horas, porque consideramos que el laburo que tenemos es totalmente insalubre”, explica Belén y enumera los por qué: “Estamos atendiendo reclamos sin parar, expuestos a clientes que te golpean la mesa, la computadora, a vos… Por eso lo fundamental es la lucha por lograr un convenio que tenga las mismas condiciones que los trabajadores de la telefonía fija: siete horas, cobrar más y tener categorías”.
Cuando los trabajadores de telefonías móviles fueron encuadrados gremialmente, la tómbola empresarial los depositó en Comercio. Una forma conocida de tercerizar la actividad, cuando la lógica indicaba que tendrían que estar encuadrados en el sindicato de los telefónicos. “Hace tres años que los trabajadores de las móviles pasaron al convenio de los telefónicos en el marco de un acuerdo con FOETRA, pero no en el convenio histórico que tenemos los que trabajamos en línea fija, sino en uno que se firmó en el que mantienen las condiciones laborales que tiene Comercio”, detalló Flavio. Esto les permitió una organización a la que no podían acceder.
Pero pese a esto, hay mucho trabajo por hacer. “Hay un montón de gente que hace trabajos para la telefonía móvil pero que está fuera de convenio, en condiciones más precarias y ni la empresa los reconoce, ni el sindicato va hacia un encuadre masivo. Entonces queda una pata chueca”, grafica Nicolás Quiroga, delegado del Edificio Golf de Telecom.
Adriana Rabey trabajaba en Claro. Fue despedida por desarrollar actividad gremial en su trabajo. Según un fallo judicial, debe ser reincorporada en abril. “Tuvimos que esconder nuestro activismo y nuestra pertenencia militante dentro del propio sindicato burocratizado, porque eso significaba que llamen a la patronal y que te quedes sin trabajo”, explica. Así fue como Adriana y otros activistas fueron desplazados. “Iniciamos una lucha por la reinstalación en la que fue fundamental la coordinación con otras comisiones internas, listas y agrupaciones independientes en los distintos sindicatos. Por medio del proceso de lucha era muy difícil la reincorporación, así que acudimos a la vía judicial. Yo la gané. Se apeló a la Corte Suprema y la volví a ganar. Me quisieron ofrecer un montón de plata para arreglar porque en la empresa querían evitar un precedente de reinstalación laboral”, cuenta la trabajadora.
Vamos tiempos os trabajhadores!!! Huevo lucha y socialismo!!
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