Tengo un nombre común, como cualquiera de ustedes. Me llamo Juan, me llamo Esteban, Alejandro, Claudio, Ivana, Daniela, Javier, Ramiro, Natalia, Martín, Julia, Andrés, Marcelo, Alfonso, Randy, Diego, Maby, Viviana, Gabriel, Guido, Jonathan, Florencia, Ana Clara, Luis, Christian, Pablo, Beto y también Franco, y otros nombres más. Pero algunos se empecinan en llamarme Ñoquicito.
Me levanto todos los días a la mañana, temprano. Tengo una rutina.
Como cualquiera de ustedes.
Iba a trabajar a un diario. Hacía entrevistas, informes, investigaciones, textos largos, cortos, crónicas, cosas de ocasión o de mayor importancia. Pero dejaron de pagarme.
Un día fui al cajero y no había nada. Cero. Cero pesos. Cero ilusión.
Y me vine a vivir a la redacción. Esa es mi historia. Esta es mi historia.
Hoy empiezo a contarla.
«Un día fui al cajero y no había nada. Cero. Cero pesos». vale mas que mil palabras.!!!!!Excelente descripción, pésima situación. Es importante que LA EMPIECEN a contar como están haciendo hasta ahora, NO ESTAN SOLOS. Parece que esto no termina nunca pero más TIEMPO pasa, mas agallas para enfrentar LO QUE VENDRÁ!!! seguramente será muy importante y estaremos ahí para CELEBRAR!. Un fuerte abrazo.
Me gustaMe gusta
Todos queremos más tiempo.
Me gustaMe gusta