Con las incontables muestras de solidaridad que recibimos en la redacción vamos teniendo un panorama bastante preciso del jaque al empleo que caracteriza la actual coyuntura. Un compañero de ATE vino a traer el saludo de su sector y le pedimos que contara en la asamblea su panorama laboral.
En la asamblea del jueves pasado, aprovechamos la visita de Eduardo Viceiro, delegado de ATE, de la Junta Interna del Ministerio de Economía, para tener una idea de primera mano de la situación de los trabajadores de esa dependencia estatal. Esta es una breve entrevista que le hicimos al final de la asamblea.
–Contanos cómo se ubica tu área en ese mundo heterogéneo que es la organización gremial de los trabajadores del estado.
–Somos una Junta Interna independiente, somos trabajadores precarizados desde hace mucho tiempo. Ocho de cada diez trabajadores está precarizado y no desde ahora, sino desde hace años. Esa precarización es la base material para que el gobierno de Macri nos acuse de ñoquis. Nuestro puesto de trabajo está en juego, por ese estado de situación, con cada decreto que saca el Poder Ejecutivo. Hay muchas modalidades de contratación y eso hace que las discusiones por salario y por condiciones de trabajo difícilmente vayan por canales únicos, porque cada una de las formas de contratación tiene su propio canal de negociaciones. Somos una junta relativamente nueva, compuesta por 40 delegados, que surgió autoconvocada. Llevamos adelante una huelga de un mes por un reclamo específico y el sindicato de la Capital, que un principio nos acompañaba, un día nos dejó colgados.
–En ATE hubo elecciones hace un par de meses y ATE Capital cambió de orientación política. Esto que contás ¿fue antes o después de esas elecciones?
–Fue antes de las elecciones. Ahí empezamos a trabajar la idea de que la junta Interna actúe con independencia porque la junta anterior tenía una ligazón política brutal y nuestro punto base es que tenemos independencia de cualquier gobierno. Entendemos que eso nos diferencia de los otros niveles del sindicato. Eso no quiere decir que nos peleemos con todas las instancias: hace mucho que reclamábamos un paro y ATE nacional llamo a Paro para el 24. Se tomaron su tiempo, los muchachos, faltan más de dos semanas, pero vamos a acompañarlo.
-¿Cómo está el tema de los despidos en tu sector?
–No tenemos por el momento despidos masivos. Por ahora lo que hay es un decreto que dice que van a observar (no lo dice, pero va en realidad a ajustar) las contrataciones con las Universidades Nacionales. Hay que saber que gran parte de las contrataciones en el sector oficial son por Transferencia Técnica, es decir, están contratados a través de una universidad que tal vez no conocen no saben cómo se llama. Eso es fraude laboral y está muy extendido en el estado nacional. El 29 de febrero cada organismo tiene que decir que es lo que sirve y que no, para ser gráfico.
–¿Qué cantidad de compañeros hay en el Ministerio y qué nivel de participación gremial hay?
–El Ministerio tiene cinco mil trabajadores y el porcentaje de afiliación es bajo: hay 500 trabajadores afiliados. La conclusión de la precarización es que en reglas generales los compañeros tienen temor de aparecer en una reunión con el sindicato. Mucho más en una asamblea, por la exposición. Pero ahora tenemos el problema que se nos juega la fuente de trabajo. Eso hace que crezca la organización. Hemos tenido, además, en estos tiempos, algunos logros importantes a nivel gremial y eso ayuda muchísimo. Hemos planteado reclamos salariales, algunos de ellos triunfantes, pese a los niveles de precarización que manejamos. Eso nos ha permitido lograr cierto respeto incluso en un gremio como UPCN, afiliado a la CGT.
–¿Qué sabés de la lucha de Tiempo, cómo se ve desde tu lugar de laburo?
–Tengo mucho contacto con compañeros, recorro un ministerio de cinco mil trabajadores y en general hay una idea mal fundada de que los trabajadores de Tiempo eran oficialistas y ahora se quejan porque no les gusta el signo del gobierno que ganó. Y eso con los días se va aclarando que no es así, porque ustedes están denunciando a una patronal vaciadora que está muy vinculada al kirchnerismo: Szpolski fue candidato del FPV y ustedes, mediante una actividad muy fuerte han instalado la idea de que acá hay una situación de vaciamiento. Y se aclara que de la misma manera que cualquier trabajador recibe directrices, los periodistas de Tiempo Argentino organizan su trabajo en torno de un discurso que instalan los dueños del medio, pero que puede o no ser su propio discurso.