Trabajadores silenciados en Zona Norte

Los periodistas de El Argentino Zona Norte reclaman que les paguen los sueldos adeudados desde diciembre. La empresa no da respuestas. La publicación dejó de imprimirse y ya no está online. Preocupación por el cierre de un espacio de difusión para los sectores más relegados.

Los trabajadores ya llevan dos meses sin cobrar, y tampoco percibieron el aguinaldo. La empresa de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, que forma parte del Grupo 23, hasta ahora no dio ninguna respuesta, a pesar de los reiterados intentos de comunicación por parte de sus empleados. El diario nació hace casi dos años, con cobertura en San Isidro, Vicente López, San Fernando y Tigre. El 14 de diciembre pasado, días después del cambio de gobierno, la empresa dejó de imprimirlo, sin comunicarlo a los trabajadores. El lunes de la semana pasada, otra vez sin aviso previo, el diario dejó de estar online. EAZN desapareció, y lo mismo ocurrió con las otras ediciones zonales de El Argentino: Sur, Rosario, Córdoba y Mar del Plata. En tanto, los periodistas, diseñadores y fotógrafos que hacen EAZN no cobran desde diciembre y no les ofrecen retiros voluntarios ni indemnizaciones. Son siete familias desesperadas, que quedaron en un limbo ilegal.

Una voz menos
Desde que comenzó a circular en el Conurbano Norte, EAZN buscó reflejar las voces de los sectores más postergados de la región. Sus tapas y sus páginas reflejaron los conflictos de los docentes nucleados en Suteba Tigre cuando otros medios hacían oídos sordos; las iniciativas de la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Zona Norte tuvieron eco en el diario; los vecinos de asambleas como Unidos por el Río –en Vicente López- o los emprendimientos culturales como Tiempos Modernos y Ñanderoga, también encontraron un lugar en esta publicación. EAZN contó las desesperantes historias de los vecinos de los barrios populares de Tigre, que sufren inundaciones cada vez que llueve como consecuencia del crecimiento de barrios privados sobre humedales. Y relató los violentos intentos del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, por echar del distrito a los vecinos del barrio Uspallata, que viven hace 30 años en el mismo lugar, pero no encajan en el lujoso status que el jefe comunal quiere imprimir en el territorio. Muchas de estas historias, incluso, marcaron agenda en medios nacionales gracias a las notas de los trabajadores de este diario.

Será por eso que, desde que comenzó el conflicto en el Grupo 23, hubo múltiples muestras de solidaridad y apoyo desde todos los distritos de Zona Norte. Quienes hacen EAZN se reunieron con concejales, fueron entrevistados por medios locales, contaron con la presencia de colectivos de la zona en el Súper Festival realizado en Parque Centenario, entre otras cosas. Para todos estos sectores, el cierre de EAZN implica el cierre de un espacio para volcar sus problemáticas. Sin EAZN, ellos (como nosotros) quedan silenciados.

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