Un video demostró que seguidores del grupo racista atacaron a puñaladas a varias personas que protestaron contra un acto organizado por los supremacistas. Sus líderes dieron apoyo al candidato ultraconservador Donald Trump.
Un video grabado durante un acto del grupo racista Ku Klux Klan y difundido ayer, reveló un ataque a puñaladas de parte de miembros de esa organización estadounidense contra opositores a la demostración. En la reyerta, tres personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad.
El mitin organizado por el Ku Klux Klan, grupo supremacista, cuyos líderes declararon paralelamente su apoyo al xenófobo candidato republicano Donald Trump, fue advertido el sábado por una docena de opositores, que se instalaron en un parque del sur de California para proclamarse en contra de la agrupación. Luego seis personas llegaron en una camioneta negra, vestidos con camisas negras decoradas con la cruz del Klan y parches confederados, y llevando carteles con el mensaje «Las vidas de los blancos importan».
En el video, grabado por un testigo, se ve que los miembros del grupo se vieron rápidamente rodeados por manifestantes, que les gritaron improperios. Una persona destrozó la ventana de la camioneta. Un miembro del KKK apuñaló a un opositor con el extremo decorativo de un asta de bandera, desatando una dura pelea en la que tres personas fueron apuñaladas.
«¡Me apuñalaron!», se oye gritar a un hombre, que se levanta la camiseta para mostrar una herida en el abdomen. Un surtidor de agua contra incendios, en el que el hombre se sentó brevemente, se veía cubierto de sangre.
Un sargento de la policía vio a un integrante del Klan empuñando un cuchillo y a un detractor sangrando cerca del lugar, informó el sargento Daron Wyatt, del Departamento de Policía de Anaheim. El sargento arrestó al miembro del KKK. Mientras tanto, otros dos del KKK fueron pisoteados por los manifestantes, señaló.
«Todo se descontroló», dijo Brian Levin, director del Centro de San Bernardino de Estudios sobre el Odio y el Extremismo, perteneciente a la Universidad del Estado de California, que presenció el altercado. «Creí que iban a pisotear a esos miembros del clan hasta matarlos».
Días previos al episodio, un antiguo líder del grupo supremacista blanco, David Duke, declaró que no votar por Donald Trump sería «traicionar nuestra herencia». De esa manera, y coincidiendo con otros grupos de extrema derecha que se manifestaron estos días, argumentó su apoyo al magnate inmobiliario en su carrera hacia la Casa Blanca, pese a que el propio multimillonario rechazó ese apoyo.
Duke, quien fuera el guía de los Caballeros del KKK en Estados Unidos, insistió a sus seguidores para que dieran su voto a Trump y les pidió incluso que respondan al pedido “a gritos” de sumar voluntarios para la campaña, porque encontrarían afinidades.
«No estoy diciendo que esté de acuerdo con todo lo relacionado con Trump. De hecho, yo no lo habría apoyado formalmente. Pero sí sostengo votar por él como una acción estratégica. Espero que haga todo lo que esperamos de él», reiteró Duke.
Su reiterada retórica antiinmigrante, la promesa de construir un muro en la frontera con México y su propuesta de prohibir la entrada a EE.UU. a los musulmanes, sumó adeptos entre los grupos