Fuerte repudio por la cárcel domiciliaria a Pedraza responsable del asesinato de Mariano Ferreyra

El pasado jueves en votación dividida el Tribunal otorgó el beneficio de prisión domiciliaria al dirigente de la Unión Ferroviaria condenado a 15 años de prisión por el asesinato del militante del Partido Obrero en octubre de 2010.

Desazón, bronca, tristeza, lágrimas, abrazos, entereza y más fuerza. Es lo que sintieron los familiares, amigos y compañeros de Mariano Ferreyra, el militante del Partido Obrero asesinado el 20 de octubre de 2010 por una patota de la Unión Ferroviaria cuando el pasado jueves el Tribunal dictó la prisión domiciliaria al autor intelectual de ese brutal asesinato, el dirigente sindical, José Pedraza.

Aquel día, Mariano Ferreyra, como militante de la juventud del PO, acompañaba la lucha de los tercerizados del ferrocarril Roca que reclamaban su pase a planta para obtener igualdad de condiciones con el resto de los trabajadores de la actividad. Esa acción ponía el dedo en la yaga. Es que echaba luz sobre la trama de corrupción orquestada por la empresa, la dirigencia sindical y hasta el propio Estado. La misma que, algunos años después, provocaría a la masacre de Once con 51 víctimas fatales.

La brutal hostilidad de la burocracia sindical se explicaba a partir de su complicidad y comunidad de intereses con la patronal que se beneficiaba con la tercerización de las tareas. Tal como lo demostrara el juicio posterior las empresas tercerizada de los servicios, como la UGOFE, eran regenteadas por la Unión Ferroviaria que, de este modo, se ubicaba de ambos lados del mostrador, o en rigor, de uno solo, el de la patronal y el Estado.

La protesta de aquella mañana, un corte de vías luego de meses de lucha sin obtener respuestas, tuvo que suspenderse por la presencia de frondosas patotas en las vías que impedían su realización y que habían sido enviadas por la propia conducción del sindicato pautando “licencias” con las patronales. Cuando los manifestantes, ya desconcentrados, tomaban una coca en las inmediaciones se produjo la emboscada que, con armas de fuego, se llevó la vida de Mariano Ferreyra e hirió gravemente a Elsa Rodríguez que todavía hoy se recupera de las lesiones por una bala que se alojó en su cabeza. La policía, se comprobó luego, liberó la zona para que se produjera el ataque.

El ataque generó una profunda conmoción popular y una reacción inmediata. Ese mismo día miles de manifestantes se concentraron en Callao y Corrientes para repudiar el hecho y reclamar justicia. Al día siguiente la plaza de Mayo fue colmada por manifestantes de varias organizaciones y, especialmente, por la juventud que, sin organización, se vio interpelada por el crimen. Decenas de miles de jóvenes trabajadores y estudiantes asumieron el asesinato de Mariano como un ataque a ellos mismos, a su derecho a organizarse por sus reivindicaciones y terminar con la lacra que todavía hoy ocupa la mayoría de los sindicatos. Allí empezaría una inmensa lucha popular cuyo resultado fuera la histórica condena del dirigente sindical apenas dos años y 6 meses después del crimen.

El 19 de abril de 2013 el Tribunal Oral en lo Criminal 21 dio a conocer el fallo de un juicio que estaba en el centro de la atención política. Un juicio acelerado que contó con el testimonio desgarrador de decenas de testigos incluyendo el valiente testimonio de trabajadores de prensa que presenciaron el hecho (ver recuadro).
Junto con los responsables materiales de la acción y la cadena de encubrimientos de la policía que liberó la zona, fueron condenado a 15 años de prisión José Pedraza y Juan Carlos Fernández por ser “penalmente responsables” del delito de homicidio en «concurso ideal con el delito de homicidio en grado de tentativa en calidad de partícipes necesarios».

La fiscalía y los abogados representantes de la familia de Mariano y Elsa Rodríguez habían reclamado la cadena perpetua para Pedraza y los asesinos y la extensión del juicio hasta los responsables políticos. El Tribunal decidió cortar con esa cadena de responsabilidades con el curioso argumento de que el asesinato había afectado al poder político (algo ocurrido ex post facto) y que, por lo tanto, el mismo no podía haber sido de su interés.

El beneficio de la prisión domiciliaria, otorgado el pasado jueves, se produjo luego de varios rechazos de ese mismo pedido y fue otorgado con un voto dividido del Tribunal y a partir de la participación de dos jueces subrogantes ajenos a la causa y el fallo del 2013. El único juez del Tribunal original, que generara aquel histórico fallo, Diego Barroetaveña, rechazó la prisión domiciliaria considerando que «no hay razones para modificar los fallos anteriores».

El Partido Obrero mediante un comunicado denunció que “se encuentran paralizadas las causas en su contra por el manejo de los subsidios ferroviarios que alcanzan también a las empresas privatizadas y a los funcionarios del anterior gobierno” y alertó “con los mismos argumentos que se le otorga ahora la prisión domiciliaria a Pedraza, se podrá enviar a sus casas a los genocidas presos por los crímenes de la dictadura que sustancias sus penas en cárceles comunes” y convocó a una movilización al tribunal realizada el viernes por la mañana bajo una intensa la lluvia y de la que participó Elsa Rodríguez en su silla de ruedas.

Por más Tiempo es un boletín de lucha que busca, en su estilo, un formato periodístico. Trata de transmitir objetividad en sus títulos y en su narrativa en tercera persona. Informa y denuncia, claro, pero no reclama taxativamente. Hacemos una excepción: exigimos cárcel común para los asesino de Mariano y juicio y castigo a los responsables políticos.

Mariano hubiera estado en el festival del Parque Centenario, seguramente colaborando con la seguridad, vendiendo alguna bebida o cargando algún flete, hubiera venido con su cuerpo desgarbado y su mirada profunda a presenciar alguna de las Asambleas de Tiempo Argentino, se hubiera emocionado con nosotros por esta enorme lucha. Mariano hubiera estado de este lado, nosotros también. Cárcel común a los asesinos de Mariano Ferreyra.

CRONOLOGÍA DEL ASESINATO: DE LA CONMOCIÓN POPULAR A LA JUSTICIA POR MARIANO FERREYRA

  • 20 de octubre de 2010. Una patota enviada por la conducción de la Unión Ferroviaria atacó con palos y armas de fuego a manifestantes que luchaban con los tercerizados del ferrocarril Roca mientras desconcentraban junto con militantes del Partido Obrero. Asesinaron a Mariano Ferreyra e hirieron de bala gravemente a Elsa Rodríguez.
  • 21 de octubre de 2010. Sindicatos, partidos políticos y decenas de miles de manifestantes colmaron espontáneamente la Plaza de Mayo en repudio a los asesinos de Mariano y reclamaron al poder político el esclarecimiento del crimen y el castigo a los culpables. El reclamo de justicia empezaba a transformarse en un una causa popular.
  • 26 de septiembre de 2012. La Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) organizó un festival en Plaza de Mayo con el reclamo de la condena a cadena perpetua a los asesinos de Mariano Ferreyra. Participaron decenas de bandas y artistas internacionales como Calle 13 encabezados por su cantante René. Asistieron decenas de miles de jóvenes.
  • 6 de agosto de 2012. Comienza el juicio a los asesinos en los tribunales de Comodoro Py. Una nutrida columna de manifestantes participa de la movilización a los tribunales reclamando justicia y perpetua a los responsables materiales y políticos del crimen, manifestantes del PO y la FUBA realizan una vigilia con festival desde la noche anterior.
  • 19 de abril de 2013. El Tribunal condenó a 15 años de prisión al sindicalista, ex lider de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, y a Juan Fernández, por ser «penalmente responsables» del delito de homicidio en «concurso ideal con el delito de homicidio en grado de tentativa en calidad de partícipes necesarios”. También hubo condenas a 18, 11 y 8 años de prisión los autores materiales.
  • 25 de febrero de 2016. Luego de varias desestimaciones al pedido de la defensa, el Tribunal (con dos jueces subrogantes) y en votación dividida otorgó el beneficio de prisión domiciliaria al responsable del asesinato de Mariano Ferreyra. Elsa Rodríguez, herida de gravedad el día del asesinato, se movilizó a los tribunales al día siguiente junto con organizaciones políticas y sociales.

El rol nefasto del protocolo represivo contra la libertad de prensa

El esclarecimiento del crimen de Mariano Ferreyra y la condena a sus responsbles no hubiera sido posible sin el aporte de los trabajadores de prensa. Una de las testigos clave en el juicio fue la cronista de C5N Gabriela Carchak. Desde el primer momento, cuando los hechos acontecían, Gaby cuestionó la línea editorial que insistentemente promovían desde el piso del canal. “Enfrentamiento entre grupos de sindicalistas” rezaba el zócalo del canal de noticias mientras la cronista, insistentemente, explicaba que no había habido ningún enfrentamiento sino el ataque artero de una patota a los manifestantes cuando ellos se retiraban pacíficamente. Gaby también denunció la inacción policial in situ. Su testimonio en el juicio, que este cronista tuvo el honor de presenciar, fue de una entereza emocional conmovedora y fue considerado desequilibrante por los abogados querellantes. Su presencia en el lugar de los hechos, además de su valentía personal, son constitutivos de nuestra profesión que, muchas veces, oficia de protección frente a represiones y asesinatos de militantes populares. Así ocurrió en el caso de Mariano Ferreyra como también en el asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán el 26 de junio de 2002 gracias a la célebre foto del reportero de Clarín Pepe Mateos.

El jueves 18, la ministro de seguridad Patricia Bulrich, dio a concoer el mentado “Protocolo de Actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Manifestaciones Públicas”. Allí, más allá del ataque general al derecho elemental de protesta de los trabajadores, se establece taxativamente un intento de regimentar la labor periodística con el propósito de liberar la zona de los conflictos y garantizar impunidad para la represión policial.

El SiPreBA ya difundió un comunicado rechazando los términos del protocolo (http://www.sipreba.org/notas/el-nuevo-protocolo-es-un-grave-atentado-la-libertad-de-prensa-no-la-zona-determinada) y, el lunes 20 se realizó una audiencia pública con una nutrida presencia de delegados de prensa (incluyendo Tiempo Argentino) encabezados por el secretario general del SiPreBA, Tado Dondero donde, con la participación de organizaciones de DDHH (estuvieron Nora Cortiñas y Elia Espen,) se presentó un proyecto de la banca del Frente de Izquierda por la derogación inmediata del protocolo represivo.

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