Por primera vez desde que el tren chapa 16 cambió sus vidas para siempre, los sobrevivientes y los seres queridos de las víctimas realizaron un acto unitario en el lugar «donde empezó todo, y es aquí, sólo aquí, a donde vinimos a ofrecer el resultado de tanta lucha», dijeron los padres de Lucas Menghini, en referencia a las condenas que esperan su confirmación.
El acto por el cuarto aniversario de la tragedia de Once no fue como los anteriores. En esta ocasión, el grupo más activo de sobrevivientes y familiares de víctimas no organizó una movilización masiva a Plaza de Mayo ni gran difusión por la necesidad de justicia: esta vez sintieron que el Poder Judicial les estaba dando una respuesta. Por eso la ceremonia fue una sola y comenzó a las 8.32, horario en que, el 22 de febrero de 2012, el tren Chapa 16 se incrustaba en la estación terminal de Once. Pero la actividad conmemorativa de ayer no fue en el andén 2, donde ocurrió el choque, sino en el 1, que en estos años se transformó en escenario de varios homenajes a las 51 víctimas fatales –una de ellas embarazada, por eso hay quienes contabilizan 52 muertos- y los 789 heridos. Lo que no varió respecto de los actos previos fue la vehemencia del documento consensuado que se leyó tras sonar la sirena recordatoria y donde se pidió que los condenados fueran presos.
“Decidimos unificar los actos y seguramente haya muchas especulaciones. Pero la razón es una sola, y de tan humana, se vuelve simple: en este lugar empezó todo, y es aquí, y solo aquí, adonde venimos a ofrecer el resultado de tanta lucha. Muchos meses dijimos que sería en este lugar adonde vendríamos a traer lo conseguido. Que el esfuerzo tendría este escenario para celebrarlo porque es imposible pensar otro. A metros de aquí ocurrió la masacre, y en este lugar, donde tantas veces tronó nuestro reclamo, es adonde hoy, a pesar de la tristeza, decimos con orgullo que podemos volver a gritar como tantas veces ¡JUSTICIA POR LOS MUERTOS Y HERIDOS DE ONCE! “, se escuchó en palabras de María Luján Rey y Paolo Menghini, padres de Lucas, el joven cuyo cuerpo fue hallado en la formación del Sarmiento tres días después del hecho.
“Primero nos dijeron que no tenía sentido luchar porque `en Argentina nunca pasa nada´”. Luego, cuando la causa fue elevada a juicio, muchos nos preguntaban qué más esperábamos. En marzo de 2014 comenzó el juicio, y no eran pocos los que nos preguntaban qué más queríamos. Ahora que escuchamos el fallo, la pregunta es recurrente: ´¿Hasta cuándo van a seguir?`. Y la respuesta es la misma: vamos a seguir exigiendo justicia hasta que las condenas queden firmes, hasta ver a los condenados tras las rejas y en una cárcel común”, continuaba el documento, en referencia a las condenas de 21 de los 28 acusados que por el momento no están firmes y, por ello, nadie fue a prisión.
La última semana de 2015, el Tribunal Oral Número 2 sentenció al empresario Claudio Cirigliano, dueño de TBA, a 9 años por el estrago y la administración fraudulenta; al ex secretario de Transporte de la Nación Juan Pablo Schiavi a 8 años; a su antecesor, Ricardo Jaime, a 6 años, unificando la pena con fallos anteriores; al maquinista Marcos Córdoba, a tres años y medio; y los 17 restantes obtuvieron penas intermedias, a excepción del ex gerente de TBA Daniel Guido Lodola, a quien le dieron tres años en suspenso. Si la Cámara Federal de Casación Penal confirma el fallo, entonces la condena quedará firme y los sentenciados podrían ir a prisión, aunque todavía restará la instancia de la Corte Suprema. Por otro lado, los jueces ordenaron investigar a Julio De Vido, ex ministro de Planificación.
Todo aquello es lo que llevó a este grupo de familiares a manifestar ayer cierto alivio ante el nuevo aniversario, aunque esperan con ansiedad los fundamentos del fallo, el próximo 30 de marzo, sobre todo para entender las absoluciones de los responsables de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) Pedro Ochoa Romero y Antonio Eduardo Sicaro; el ex jefe de material rodante de TBA, Luis Alberto Ninona; y los directivos de TBA y de Cometrans Daniel Fernando Rubio, Mario Cirigliano (hermano de Claudio), Miguel Werba y Carlos Alberto Lluch. Después de escuchar los fundamentos, las partes harán las apelaciones que crean necesarias y comenzará la nueva etapa judicial.
En el documento leído ayer, donde hubo reiteradas críticas a varias dependencias de la administración kirchnerista, también solicitaron al Congreso Nacional que trate el proyecto sobre asistencia integral a las víctimas, y señalaron la importancia de que sea un agravante para un funcionario ser condenado por delitos de corrupción. “Un funcionario es depositario de la fe pública. Y violar ese compromiso debe agravar su condena”, propusieron, mientras usuarios del Sarmiento se bajaban de los trenes y aplaudían a su paso, o se detenían en el andén como muestra de solidaridad. La ceremonia terminó con una ofrenda floral en el memorial de Plaza Miserere.
Trabajadores de Tiempo y el Grupo 23 formaron parte de la lista de adhesiones a la convocatoria en la estación, luego de lo cual varios de los familiares de víctimas dieron entrevistas. En una de ellas, en los estudios del canal CN23, Paolo Menghini se solidarizó “con todos los trabajadores del grupo, que están pasando un momento difícil” y deseó “que puedan mantener su trabajo”.