“Demostramos que una lucha puede ser inclaudicable y no silenciada”

A cuatro años de la tragedia de Once, María Luján Rey, madre de una de las 51 víctimas fatales, visitó la redacción de Tiempo para solidarizarse con los trabajadores y contar cómo el grupo de familiares recibe esta nueva fecha, tras el fallo de primera instancia.

“En 2012 nadie creía que fuera posible tener condenados en poco tiempo y que hubiera funcionarios entre ellos. Ahora es importante que las sentencias queden firmes”, dice María Luján Rey, madre de Lucas Menghini Rey, una de las víctimas fatales de la tragedia de Once y el caso más resonante, porque el cuerpo del joven fue hallado en la formación tres días después del hecho.

Cuatro años se cumplen de aquel 22 de febrero, cuando el tren Chapa 16 chocó contra la terminal de ese barrio porteño y dejó 51 muertos –entre ellos, una mujer embarazada, por eso se habla de 52 víctimas fatales-, 789 heridos, y miles de personas con secuelas emocionales imborrables. Durante estos cuatro años, Tiempo ha cubierto los reclamos y el proceso judicial con todo el detalle posible y dio lugar a la voz de todos los protagonistas que estuvieron dispuestos a hablar. El último 29 de diciembre, el Tribunal Oral Federal número 2 condenó a 21 de los 28 imputados. El empresario Claudio Cirigiliano, los ex secretarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime, el motorman Marcos Antonio Córdoba y otras 17 personas sentadas en el banquillo fueron sentenciados a penas de prisión que podrán ser de cumplimiento efectivo si son confirmadas por la Cámara Federal de Casación. Además, los jueces ordenaron investigar por el hecho a Julio De Vido, ex ministro de Planificación.
A cuatro años de esta tragedia que enlutó al país, un grupo de familiares de víctimas fue recibido por primera vez por la secretaría de Derechos Humanos de la Nación. El miércoles pasado, el titular del área, Claudio Avruj, ex subsecretario en la Ciudad, los convocó en la ex ESMA y conversó con ellos sobre sus padecimientos desde 2012. Tras ese encuentro, María Luján Rey se acercó a la redacción del diario, para solidarizarse con los trabajadores que mantienen una permanencia pacífica, y para ser entrevistada en esta nueva conmemoración, que encuentra a las víctimas con una respuesta del Poder Judicial.

Dice Rey: “Hace cuatro años, nadie lo veía a Schiavi condenado y, cuando le dan 8 años, a la sociedad le parece poco. Ese cambio tiene mucho que ver con lo que hicimos los familiares. Me parece bien que ahora que demostramos que la justicia puede ser justa, que una lucha puede ser inclaudicable y no silenciada, se pida más. Nosotros también vamos por más”.

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-¿Cómo fue la reunión con Avruj, un funcionario que horas después del hecho dijo en público que Lucas estaba en un hospital?
-La tragedia ocurrió en el ámbito del Gobierno de la Ciudad pero, por ser una estación de ferrocarriles de injerencia nacional, la respuesta debía haber llegado de Nación. La mayoría de las víctimas fatales y heridos son vecinos de la Provincia, pero quienes dieron el primer paso para acompañarnos pertenecían al gobierno porteño. Con Avruj tuvimos contacto inmediato. Es cierto que fue el funcionario que cometió el error de dar la información sin chequear que mi hijo estaba en la guardia psiquiátrica del Piñero. Finalmente reconoció su error y enseguida pidió disculpas. No vimos mala intención. Vimos un error, un descuido. La reunión (en la ex ESMA) fue muy emotiva: muchos de los familiares recordaron la presencia de Avruj en distintas situaciones, conteniendo. Sentimos que esto responde a un cambio en la concepción de lo que son los derechos humanos para este gobierno. Creemos que la invitación que recibimos es una muestra de que los derechos humanos son concebidos tal como los pensamos desde un primer momento quienes nos vimos excluidos de esos derechos humanos que sostenía la gestión anterior, que sólo estaban dedicados a quienes sufrieron la última dictadura o a quienes levantaban la misma bandería ideológica o partidaria.
-¿Cómo llegan a este aniversario, tras una primera sentencia?
-Es el primero que sentimos que tenemos una respuesta para dar, porque la hemos recibido. Entendemos que nos queda mucho. Seguiremos luchando para lo que nos falta. Pero cuando iniciamos este camino les exigíamos respuesta a los tres poderes del Estado y hoy tenemos una respuesta del Poder Judicial con un fallo que fue, es y será histórico. Es un punto de inflexión. Y a partir del 29 de diciembre podemos empezar a pensar en otro tipo de Argentina, en otro tipo de justicia, que llegue a tiempo, que condene a quien tenga que condenar. Creemos que el logro fue muy grande y que el lugar donde tenemos que llevarlo es donde homenajeamos a nuestros seres queridos. Por eso esta vez decidimos hacer un único acto, a las 8.32, en el andén 1 de Once. Ahí empezamos con un memorial espontáneo, después pintamos los corazones en el hall, decoramos sus macetas, y cuando removieron los molinetes iremos a la pared del andén con esas macetas. Y cuando finalmente remodelaron el andén, armamos el memorial que está hoy y que va a quedar por siempre. Es como dar un cierre a una etapa en el mismo lugar en donde esa etapa comenzó. Ahora se inicia otra. Tenemos que esperar los fundamentos (el 30 de marzo) y en función de eso apelar. Esperamos que la justicia le siga dando a esta causa la celeridad que le dio hasta el momento. Si Casación se demora, y volvemos a esperar años hasta una definición y una sentencia firme, todo lo que se logró quedaría diluido.
-¿Ya tienen una idea de lo que quieren apelar?
-Entendemos que los condenados van a apelar todos. Nosotros vamos a escuchar los fundamentos. Creemos que hay que revisar las absoluciones, fundamentalmente de quienes estaban a cargo de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, Antonio Sícaro y Pedro Ochoa Romero, en cuanto a su responsabilidad frente al estrago. También veremos por qué se absolvió a Mario Cirigliano.
-¿Este aniversario llega con un poco de alivio?
-Sí, llega con alivio, una satisfacción del deber cumplido. Lo que tiene de diferente este 22 de es que podemos sentir el orgullo que veníamos sintiendo pero con un resultado. Entendemos la magnitud de esta sentencia. Por eso es importante que Casación haga su trabajo y de manera expeditiva. Y también es importante que esas sentencias sean firmes para que los responsables cumplan su condena en la cárcel.
-¿Y tu vida seguirá con el mismo ritmo?
-Todos pusimos en pausa muchos aspectos de la vida. Hay que salir de esa pausa. Para mí retomar no existe. No se puede volver al 21 de febrero de 2012 porque ya nada es como era. Aun con la sentencia condenatoria, Lucas no está y es iluso creer que puedo tener la misma vida de antes. Sabiendo eso, y porque aparte estos cuatro años de lucha también me pararon en otro lugar, mis necesidades son diferentes. Hoy siento que no puedo ser ajena a quien viva una situación semejante. Mi compromiso con mi lucha debe ser extensivo al compromiso de la lucha de otros tantos. Y canalizar eso y buscar por dónde. Estos cuatro años, este nuevo lugar y estas nuevas necesidades pueden llevarme a intentar trabajar en función de eso. No me veo de vuelta dando clases. No lo sé, lo estoy pensando. Soy profesora, el título lo tengo, puedo volver a dar clases en cualquier momento. Pero cada vez que entraba al aula sentía que era mi granito de arena para aportar a un país mejor y hoy siento que ese granito de arena lo puedo poner en otro lugar. No podría decir que, como hay condenas, lo mío se terminó.
-¿Te gustaría hacerlo desde la política partidaria?
-Desde lo partidario estoy muy descreída. Me pasó en mi adolescencia cuando dejé de militar y estos años también. Creo en las personas y no en las estructuras. He conocido gente realmente comprometida y que me genera confianza, de diferentes espacios políticos. Tengo discrepancias con algunos sectores pero acuerdo en algunos temas. En lo personal, no tengo puntos de encuentro exclusivamente con el kirchnerismo. Peronista he sido toda mi vida. Me cuesta entender que los diputados de un mismo bloque no puedan tener discrepancias. Eso me aleja de la política partidaria. No me identifico con ninguno. No me veo en un espacio. El día que sienta que hay un espacio que permita esa libertad, no lo descarto. Me ofrecieron estar en listas de diputados, ya en 2013. De diferentes partidos. Obviamente del FPV no. Pero uno nunca sabe. Para mí la política es una herramienta para trabajar en el bien común y en eso sí creo. Se necesita un marco que acompañe el cambio: que los delitos cometidos por funcionarios sean imprescriptibles, mayor transparencia, que el funcionario se vaya con lo que llegó, que ser funcionario sea considerado un agravante en las causas penales. Todavía reniego de que Cirigliano tenga nueve años de condena y Schiavi, ocho. A Cirigliano no lo elegí, no me representa. Pudo hacer lo que hizo porque hubo funcionarios que se lo permitieron. La corrupción es 52 muertos en Once, un número indefinido de muertos en las inundaciones de La Plata, casi 200 pibes en Cromañón. Creo que falta pero soy optimista. Las esperanzas no las pierdo. ¿Vos me ves de gobernadora?
-¿Querés ir de gobernadora?
-¡Ni en pedo!
-¿Por qué accediste a venir a la redacción?
-Los periodistas tienen un rol fundamental y hay gente buena, comprometida más allá de su laburo. Y cuando uno empieza a ver que el periodista es un igual, un laburante, entiende que también cada uno tiene su tragedia. Los Cirigliano de los medios, como son Szpolski o Garfunkel, dejan casi en la calle a tantos laburantes… A nosotros nos hablan de 52 víctimas pero atrás de cada víctima hay una familia entera. Y cuando hablamos de 200 laburantes hablamos de miles atrás que están sufriendo. Así como sentimos el acompañamiento, yo tengo la obligación de acompañar. Es Tiempo Argentino, Radio América, y si fuera TN o Crónica hubiera sido lo mismo. Podemos estar en desacuerdo con muchas miradas pero hay puntos de encuentro que trascienden las diferencias. Acompaño la lucha que están llevando adelante y que no sólo la logren ganar, manteniendo los puestos de laburo, sino que aparte se haga justicia con los vaciadores, que respondan con su patrimonio lo que se han llevado. Puede ser que haya diferencias con la tragedia porque se perdieron vidas, pero cuando las vidas también se ven destrozadas, cuando están por empezar las clases y se complica porque el papá no tiene para los útiles o no se sabe cómo va a hacer, eso también es una tragedia. Así que por solidaridad, por creer que es lo que corresponde, porque también soy una laburante y porque me parece que los Cirigliano y los Szpolski no les hacen bien al país, creo que la sociedad entera tiene que acompañar, haya leído o no Tiempo Argentino.

4 comentarios sobre ““Demostramos que una lucha puede ser inclaudicable y no silenciada”

  1. “Demostramos que una lucha puede ser inclaudicable y no silenciada”.
    EXCELENTE! nota esclarecedora. Buen domingo amigos!, el sol sale, tiempo de ir sembrando más y más cada día. La recolección de los frutos llegará…llegará. TIEMPO. solo eso, TIEMPO. Un abrazo. Héctor.

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  2. Era hora de que se pongan de este lado del pueblo. Del q no recibe dádivas del estado ni de sus empresarios. Años esperando q un medio, otrora oficialista, nombrara a los responsables reales da tragedia. A esos funcionarios q ROBARON Y MATARON. Ojala los hubiesen escrachado antes, cuando era una lucha contra molinos de vientos. Hoy se hizo Justicia, se está haciendo justicia. Falta, faltan aclarar un monton de cosas de las que seguramente nunca escucharon nada.
    Mis felicitaciones a los familiares de la victimas, que SOLOS, acompañados por pocos, sacaron el juicio adelante y consiguieron un fallo historico.

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    1. Te cuento, Mariano, que siempre nombramos a los que la justicia consideraba responsables, igual que ahora. A lo mejor antes no nos leías y te guiabas por lo que decían de nosotros. Saludos

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